“Cuantas veces, a tientas, en la noche, sueñan dos cuerpos fundirse en uno solo sin saber que al final son tres o cuatro” La Española: Es una mujer visitando New York, debido a su poco dominio del inglés entiende poco de lo que ocurre a su alrededor, pero ese mismo desentendimiento es el que le permite vivir sus mas intensas fantasías sin sentir vergüenza alguna, solo dejándose llevar por los sucesos del espacio y del momento. Por aquella mirada azul, que aunque proviene de un hombre que al parecer está con su novia, ésta lo ha avergonzado metiéndose con otro hombre. La española impulsada por tan penetrante mirada azul, lo persigue hasta el baño y allí tiene una experiencia excitante. A pesar de escuchar varios gritos detrás de la puerta, no presta mucha atención pues ni siquiera entiende que es lo que dicen. Cuando sale nota que la novia de aquel que tan gran placer le ha regalado se vomita en la barra.
El hombre de la Barra: Al parecer es éste el hombre de ojos azules de quien habla la española, el supuesto novio de Wendy la chica del bar, pero quien no sabia que realmente este es un bar de putas, Wendy una de ellas y el hombre de la barra, un tipo en busca de placer. Cuando el hombre de la barra llega, lanza una mirada a la española, a pesar de no ser muy atractiva piensa que podría proporcionarle un buen polvo. El hombre se dirige a donde Wendy, de quien piensa que es la que mejor lo chupa en la calle Village, ella le pide que la espere en el baño, pero cuando este se encuentra allí, es aquella mujer de la mesa, quien repentinamente entra y con sus frases españolas le menciona: Cariño, Cariño, Hay cariño, y el tipo describe el suceso “ Me chupó hasta los huevos y no se cortó ni un pelo cuando el chulo empezó a aporrear la puerta” Despues de esto el hombre de la barra piensa que sin duda alguna ya no es Wendy la mejor comepollas.
Wendy: Ella es la mujer de quien hablaba el hombre de la barra, una puta del Goody´s que se siente intimidada por la nueva chica que hay en el bar, y le exige a Nicky que eche a esa zorra del lugar para que no le quite su zona. Nunca antes una chica le había quitado un cliente de tal manera como lo hizo la española, o la polaca como le dice Wendy. Nat King Kong un viejo cliente ha ido al baño para pagar por su excelente servicio de mejor comepollas, pero aquella mujer se le adelanta y se mete en el baño. Inmediatamente Nicky al otro lado de la puerta amenaza a la española hasta con rajarle las tetas si no sale de allí, pero ella no se detiene.
Al terminar sale Nat KinKong del baño y tomando bruscamente a Nicky le advierte que no le haga nada a la mujer que ahora es para él quien le ha quitado el puesto a Wendy. Wendy le susurra al oído :” “Ésa no lo chupa mejor que yo”, pero éste le comenta con gran placer que la española se lo ha tragado todo. Wendy impresionada ve a la polaca salir del baño y al verle la cara, imagina el apestoso semen de Nat King Kong e inevitablemente se vomita en la barra.
Nicky: Es el hombre que cuida el bar y quien quejumbroso de su trabajo cada dia nota mas irritable a Wendy “esa puta que con tantas pollas que se ha comido podría hacer kilómetros para llegar a los Ángeles”, asegura el. Un dia de tantos cuenta la historia de una mujer que en sus propias narices se ha encerrado con un cliente del subway en el baño, y a pesar de el gritar y hasta amenazar con rebanarle la polla no hacen caso a tales gritos. Al abrir la puerta aquel cliente lo amenaza con que aquella chicana ahora es suya. Pero en cuanto este se va y la española sale del baño, es ahora el turno de Nicky quien dice: “Yo he conocido muchas mujeres. Ya sabes follando, pero esa tía en cuanto me vió se arrodilló y me cogió suavemente la polla. La besaba como si te quisiera mucho: con la lengua, con los dedos, con los labios, con los ojos! Cuando me corrí no derramó ni una gota. A mi me la han mamado muchas mujeres pero como esa española ninguna”.
El Barman: Es un hombre que solo ve los sucesos de su alrededor, que mientras trabaja vive la misma rutina cada día, de atender al cliente y observar la puta. Es también para el de recordar aquella noche de verano, en la que vió llegar a la española y todo el mundo actuaba de una forma incomprensible, tal vez, un poco mas de lo normal. No cabe duda que aquella chica marcó huella en aquel lugar, y aunque no fue de este hombre, a le le basto con los 50 pavos que había dejado King Kong para ella en el lavabo, convencido de que era una trabajadora más de aquel lugar.